La obra narra la vivencias de los alumnos del Colegio Militar Leoncio Prado en especial de Alberto Fernández, Ricardo Arana, El Boa, El Jaguar y el serrano Cava, los cuales cursan sus estudios y están deseosos de salir para siempre del hoyo donde se encuentran.
El alumno Ricardo Arana, al cual llaman el Esclavo, por ser cobarde y siempre ser humillado por sus congéneres, es el único que no se ambienta y se sienta ajeno a todo el colegio a pesar de vivir día y noche con sus compañeros.
Todos los días los alumnos se levantan temprano para formarse y recibir sus clases. El teniente Gamboa dirige la formación y castiga a los tres últimos en estar listos. El estilo de vida de los internos es pesado y denigrante para algunos. Incluso a los recién ingresantes al colegio, los de tercer año de secundaria, se les da "el bautismo" por parte de los alumnos de cuarto y también pueden participar los de quinto. Este "bautismo" consiste en tratarlos de forma denigrante, "como perros" como se les llamaba. El Jaguar, es el único al que no le pueden bautizar. Por ello, este forma un "círculo" compuesto por alumnos de la sección de los antes mencionados. A través de este círculo ingresan licor y material no apto para menores de edad (revistas, cigarrillos, etc.), y toman venganza ante que les dan los de cuarto año al ingresar al colegio.
Alberto se entera que Ricardo Arana aprovecha sus salidas para enamorar a una chica llamada Teresa, pero ella no le ha hecho caso. Durante un examen de química, Alberto recibe un papel con las respuestas del examen, pero Gamboa descubre el plagio y llama al responsable. El Esclavo se declara culpable y Gamboa le confina a no salir esa semana; Arana estaba ahí, por lo que manda cartas a Teresa con Alberto el cual sale con ella y se enamora. La misma noche él se va y trata de olvidar sus penas acostándose con una meretriz, la "Pies Dorados".
Gamboa descubre que alguien robó las preguntas del examen por la noche, y además rompió una ventana. Entonces confina a los alumnos que estaban de imaginaria no van a salir hasta que el responsable sea descubierto. El Esclavo no aguanta más y al final en lugar de escaparse del colegio, como todos, prefiere delatar al culpable, Cava; el cual pertenecía al círculo, y fue expulsado.
El Jaguar intenta descubrir al soplón mientras El Esclavo está de salida. Alberto siente celos del Esclavo, porque también se ha enamorado de Teresa. Entonces decide escaparse del colegio y ver a Teresa. Pero el Esclavo no fue a visitarla. Alberto se declara y Teresa le corresponde.
Durante una salida de práctica de tiro, Gamboa hace las formaciones para escalar un monte, pero en el momento de la maniobra, un alumno cae al suelo inmóvil. Era Ricardo Arana, nadie lo nota hasta momentos después; está gravemente herido.
El Esclavo es llevado a la clínica del colegio pero es ya muy tarde. Se celebran sus exequias ante todo el colegio pero Gamboa, debido a una denuncia de Alberto (quien sospecha en alguien del círculo), trata de descubrir al verdadero culpable, ya que todas las pruebas parecen indicar que no fue un error de Arana.
Alberto sale del colegio y le dice a Teresa que el Esclavo había muerto, pero ella no se preocupa de eso y termina peleando con Alberto.
Alberto denuncia con Gamboa al Jaguar por el asesinato del Esclavo, Gamboa trata de llevar el caso a una real investigación pero se los impiden por falta de pruebas concretas y uno de los superiores hace callar a Alberto chantajeándolo con sus "novelitas" (Alberto escribía y vendía cortas novelas eróticas a sus compañeros), las cuales han sido descubiertas tras su propia denuncia contra lo incorrecto que ocurría que en las cuadras. Todos culpan al Jaguar por haber sido descubierto lo de las cuadras creyendo que fue él quien los delató y volviéndose en su contra, al final el Jaguar comprende lo que sentía el esclavo en ese lugar.
El Jaguar como jefe del círculo es enviado a una mazmorra de castigo. Alberto se enfrenta al Jaguar pero ambos terminan en la clínica. Gamboa se siente decepcionado de sí mismo. Antes de su partida, el Jaguar confiesa que mató al Esclavo, pero Gamboa le dice que es demasiado tarde; le pide que cambie y saque algún provecho de lo sucedido.
Más adelante, tiempo después de terminar el colegio, Alberto se olvida de Teresa, se prepara para ir a los Estados Unidos a medida que los recuerdos del Colegio Leoncio Prado van haciéndose más distantes, impersonales. Conoce a una nueva integrante de su barrio, Marcela y se enamora de ella. Por otro lado, el Jaguar se encuentra con su amor de la infancia, Teresa, de quien también el Jaguar se había enamorado y con quien contrae matrimonio tras una breve narración de la vida del Jaguar antes del Leoncio Prado, cambiando así la imagen que hasta ese momento el lector tiene del Jaguar, convirtiéndolo así en un personaje más complejo de lo esperado.
(Fuente: Wikipedia)
¡Ay que larga es esta vida! / ¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, estos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no muero. —Santa Teresa de Jesús.
13 febrero 2010
11 febrero 2010
Matar un Ruiseñor (Harper Lee)
La historia transcurre a lo largo de un período de tres años durante la Gran Depresión en el viejo pueblo ficticio de Maycomb, Alabama. La narradora es Scout Finch, de seis años de edad, quien vive con su hermano mayor Jem y su padre Atticus, un abogado viudo de mediana edad. Jem y Scout traban amistad con un niño llamado Dill que está de visita en Maycomb durante el verano y que se hospeda en la casa de su tía. Los tres niños están aterrorizados y a la vez fascinados por su vecino "Boo" Radley quien posee un carácter huraño. Los adultos de Maycomb evitan hablar sobre Boo y muy pocos le han visto en años. Los niños alimentan su imaginación con rumores sobre las apariciones de Boo y las razones por las que permanece escondido, y elaboran fantasías y planes sobre cómo podrían incitarlo a que salga de su casa. Luego de dos veranos de amistad con Dill, Scout y Jem comienzan a recibir pequeños regalos que alguien coloca en un árbol próximo a la casa de Radley. Varias veces, el misterioso Boo les hace pequeños presentes a los niños, pero para desengaño de ellos, nunca aparece en persona.
A Atticus le encargan la defensa de un hombre de tez negra llamado Tom Robinson, acusado de violar a una joven mujer blanca llamada Mayella Ewell. Aunque muchos de los pobladores de Maycomb no están de acuerdo, Atticus acepta defender a Tom de la mejor manera posible. Otros niños se burlan de Jem y Scout a causa de la posición que toma Atticus, y lo llaman "amante de los negros". Aunque su padre le ha advertido que no lo haga, Scout se encuentra tentada de defender el honor de su padre mediante una pelea. Atticus, por otra parte, debe enfrentarse a un intento de un grupo de hombres que quieren linchar a Tom. Scout, Jem y Dill logran desbaratar esta amenaza cuando aparecen en la escena y logran que la turba se disperse al hacerles comprender la situación desde los puntos de vista de Atticus y Tom.
Dado que Atticus no desea que los niños presencien el juicio de Tom Robinson, Scout, Jem y Dill lo observan en secreto desde un balcón. Atticus logra probar que tanto Mayella como su padre Bob Ewell, el borracho del pueblo, mienten en sus acusaciones. También se comprueba que Mayella había estado realizando insinuaciones de naturaleza sexual a Tom cuando su padre la sorprendió. Aunque existe una evidencia considerable sobre la inocencia de Tom, el jurado lo encuentra culpable. La fe que Jem y Atticus tenían en la justicia se ve sacudida cuando Tom, condenado y desesperado, intenta escapar de la prisión y recibe un tiro.
Humillado por lo que se ha revelado durante el juicio, Bob Ewell jura vengarse. Bob se encuentra con Atticus en la calle y le escupe a la cara, trata de irrumpir en la casa del juez que presidió el juicio, y amenaza a la viuda de Tom Robinson. Finalmente, ataca a los indefensos Jem y Scout cuando se dirigían caminando a su casa de regreso de una feria de Halloween en la escuela. En la reyerta Bob Ewell le rompe un brazo a Jem, pero en el medio de la confusión aparece alguien que rescata a los niños. El hombre misterioso lleva a Jem a su casa, y Scout se da cuenta que el hombre que los ayuda no es otro que el huraño Boo Radley.
El sheriff de Maycomb descubre que Bob Ewell ha muerto durante la riña. Atticus considera que es un homicidio justificado y que Boo Radley será declarado inocente sin problemas. Sin embargo, la niña, Scout, le dice a su padre que exponerle al escrutinio público de un juicio le causaría gran perjuicio sería como "Matar un ruiseñor", haciendo referencia a un consejo dado por el mismo Atticus en el que decía que matar ruiseñores, que sólo nos cantan y no hacen daño, es un acto malvado.
El sheriff discute con Atticus sobre la oportunidad y ética de considerar a Jem o Boo responsables del hecho. Atticus eventualmente acepta la historia del sheriff en el sentido de que Ewell simplemente se cayó sobre su propio cuchillo. Boo le pide a Scout que lo acompañe hasta su casa, y cuando ella se despide en la puerta de la casa, él desaparece nuevamente. Mientras ella está parada en el porche de la casa de Radley, Scout se imagina cómo debe ser la vida desde la perspectiva de Boo y se lamenta de que ellos nunca le agradecieron los obsequios que él les hizo.
(Fuente: wikipedia)
A Atticus le encargan la defensa de un hombre de tez negra llamado Tom Robinson, acusado de violar a una joven mujer blanca llamada Mayella Ewell. Aunque muchos de los pobladores de Maycomb no están de acuerdo, Atticus acepta defender a Tom de la mejor manera posible. Otros niños se burlan de Jem y Scout a causa de la posición que toma Atticus, y lo llaman "amante de los negros". Aunque su padre le ha advertido que no lo haga, Scout se encuentra tentada de defender el honor de su padre mediante una pelea. Atticus, por otra parte, debe enfrentarse a un intento de un grupo de hombres que quieren linchar a Tom. Scout, Jem y Dill logran desbaratar esta amenaza cuando aparecen en la escena y logran que la turba se disperse al hacerles comprender la situación desde los puntos de vista de Atticus y Tom.
Dado que Atticus no desea que los niños presencien el juicio de Tom Robinson, Scout, Jem y Dill lo observan en secreto desde un balcón. Atticus logra probar que tanto Mayella como su padre Bob Ewell, el borracho del pueblo, mienten en sus acusaciones. También se comprueba que Mayella había estado realizando insinuaciones de naturaleza sexual a Tom cuando su padre la sorprendió. Aunque existe una evidencia considerable sobre la inocencia de Tom, el jurado lo encuentra culpable. La fe que Jem y Atticus tenían en la justicia se ve sacudida cuando Tom, condenado y desesperado, intenta escapar de la prisión y recibe un tiro.
Humillado por lo que se ha revelado durante el juicio, Bob Ewell jura vengarse. Bob se encuentra con Atticus en la calle y le escupe a la cara, trata de irrumpir en la casa del juez que presidió el juicio, y amenaza a la viuda de Tom Robinson. Finalmente, ataca a los indefensos Jem y Scout cuando se dirigían caminando a su casa de regreso de una feria de Halloween en la escuela. En la reyerta Bob Ewell le rompe un brazo a Jem, pero en el medio de la confusión aparece alguien que rescata a los niños. El hombre misterioso lleva a Jem a su casa, y Scout se da cuenta que el hombre que los ayuda no es otro que el huraño Boo Radley.
El sheriff de Maycomb descubre que Bob Ewell ha muerto durante la riña. Atticus considera que es un homicidio justificado y que Boo Radley será declarado inocente sin problemas. Sin embargo, la niña, Scout, le dice a su padre que exponerle al escrutinio público de un juicio le causaría gran perjuicio sería como "Matar un ruiseñor", haciendo referencia a un consejo dado por el mismo Atticus en el que decía que matar ruiseñores, que sólo nos cantan y no hacen daño, es un acto malvado.
El sheriff discute con Atticus sobre la oportunidad y ética de considerar a Jem o Boo responsables del hecho. Atticus eventualmente acepta la historia del sheriff en el sentido de que Ewell simplemente se cayó sobre su propio cuchillo. Boo le pide a Scout que lo acompañe hasta su casa, y cuando ella se despide en la puerta de la casa, él desaparece nuevamente. Mientras ella está parada en el porche de la casa de Radley, Scout se imagina cómo debe ser la vida desde la perspectiva de Boo y se lamenta de que ellos nunca le agradecieron los obsequios que él les hizo.
(Fuente: wikipedia)
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