Eva come el higo del árbol del conocimiento y lo encuentra placentero y da de comer a los animales que la rodean y finalmente a Adán, a pesar de que éste le reprocha la desobediencia. Entonces comienzan a sentirse extraños, se sienten avergonzados de su desnudez y a la vez atraídos sexualmente uno a otro y emprenden su primera cópula. Poco después, la tierra se echa a temblar y desaparece el paraíso, las fieras dejan de reconocerlos y les atacan y tienen que refugiarse en una cueva. La Serpiente reaparece y les informa de que tendrán que morir, pues han perdido la eternidad y les impulsa a especular sobre la crueldad del invisible Elokim, su posible aburrimiento con su obra, su necesidad de experimentar con sus criaturas. Eva oye a Elokim a través de una voz interior y le reprocha lo que ha hecho y él responde que lo hizo porque desobedecieron y les anuncia que a partir de ahora habrá noche y día y tendrán que dormir una buena parte de su vida y durante ese tiempo les asaltarán sueños.
Poco a poco, Adán y Eva van descubriendo otros aspectos de su nueva condición: se sienten humillados al tener que orinar y defecar, a Eva le aparece la menstruación y sienten constantemente hambre y frío. Adán ve que su perro mata un conejo para comer y decide hacer lo mismo, argumentando ante la Serpiente (que ha decidido regalarles el fuego) que al parecer Elokim ha decidido que sus criaturas vivan matándose los unos a los otros. Eva se niega a lo que para ella es comer muerte y se arregla con frutos y aprende a recolectar para acaba cayendo en lo que no quería hacer comiendo pescado. El vientre de Eva comienza a crecer y ella dice sorprenderse del mar que crece en su interior. A través de lo que ven en los animales y de las informaciones que de vez en cuando les transmite la Serpiente, aprenden que van a tener hijos y que tendrán que cuidarlos hasta que sean mayores.
En un primer parto, nacen los gemelos Caín y Luluwa, y en el segundo vienen Abel y Aklia. Cuando llegan a la adolescencia, deciden casar a los de un parto con los de otro, pues al parecer así lo tienen ordenado. Pero Caín se sienta atraído por su hermosa gemela Luluwa y le resulta indiferente la inteligente pero insignificante Aklia. Considera que la decisión de Adán muestra un favoritismo hacia Abel que además cree compartido por Elokim, que en una ceremonia de sacrificio hizo que la ofrenda de Abel luciera más que la suya. Ante la presencia de Luluwa, Caín golpea a Abel en una discusión y aún sin pretenderlo, le mata. Aparece ante sus padres con un estigma en la frente y decide marcharse, junto con Luluwa. La Serpiente dice a Eva que Elokim ha depositado en la pequeña Aklia, que cada vez se asemeja más a un mono, oscura y peluda, la inocencia que ella tuvo y que puede que sea la clave para un nuevo comienzo que incluya la vuelta al paraíso. Aklia se siente atraída por los monos de los árboles y se suelta de su madre para ir con ellos.
(Fuente: es.shvoong.com)