
Cuando en 1942 se entera de que en la oficina Providencia vive una prostituta que venera a la Virgen del Carmen y que además se llama Magalena, sale a buscarla con el propósito de que sea su discípula y amante, y juntos divulgar la inminente llegada del fin del mundo.
El desierto chileno y las oficinas salitreras castigadas por el sol son los hostiles parajes donde el iluminado, más conocido como el Cristo del Elqui, causará revuelo entre los lugareños con sus prédicas santas.
Personajes grotescos y entrañables, sermones afiebrados e inverosímiles milagros son los elementos con que Hernán Rivera Letelier construye esta inolvidable crónica de una época y una geografía únicas en una prosa llena de humor y surrealismo.
Fuente: www.alfaguara.com/es