08 diciembre 2009

La Mano de Fátima (Ildefonso Falcones)

La apasionante historia de un joven atrapado entre dos religiones y dos amores, en busca de su libertad y la de su pueblo.

España, segunda mitad del siglo XVI: hace más de medio siglo que ha desaparecido el último reino musulmán de la península, el de Granada. Los musulmanes, cuya presencia tenía ochocientos años de antigüedad, se ven convertidos en una minoría oprimida económicamente y humillada en sus costumbres y religión, que incluso son obligados a abandonar.

Hartos de tanta injusticia, los moriscos, que es como se llamaba a los musulmanes españoles, se alzan en los montes de Granada contra los cristianos y emprenden una lucha desigual. Entre los sublevados está Hernando, hijo de una morisca y del sacerdote que la había violado; ello hace que sea rechazado, tanto por los suyos debido a su origen, como por los cristianos, por la cultura y costumbres de su madre. Hernando busca libertad y respeto, pero se encuentra con la brutalidad de unos y otros. También descubre el amor, en la persona de la valerosa Fátima, la de los hermosos ojos negros.

Tras la derrota de la insurrección, Hernando es deportado a la ciudad de Córdoba, la hermosa ciudad que aún conserva el legado de su pasado árabe. En ella Hernando intenta comenzar una nueva vida, que será una nueva etapa en la lucha por la tolerancia y la concordia entre las dos culturas.

El autor de La catedral del mar vuelve con una trepidante novela con las mismas claves que llevaron al éxito a la primera: fidelidad histórica entrecruzada con un conmovedor relato de amor y odio, de ilusiones perdidas y esperanzas que dan sentido a la vida y la lanzan por los caminos de la aventura.

(Fuente: Vintage Español)

28 octubre 2009

La Dama Azul (Javier Sierra)

Acción, fenómenos sobrenaturales y antiguas creencias religiosas se dan cita en La dama azul. Una novela que explora por primera vez los trances y bilocaciones (el don de estar en dos lugares a la vez) de María Jesús de Ágreda, una religiosa del siglo XVII a la que la Inquisición española investigó por sus más de 500 viajes a tierras situadas a 10.000 kilómetros de distancia, sin abandonar jamás físicamente su convento.

En nuestros días, este enigma despierta el interés de un periodista, de una antigua espía psíquica del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y de un grupo de sacerdotes italianos. Tanto el Vaticano como los militares investigan cómo inducir “viajes en el tiempo” usando frecuencias musicales precisas, y creen que estudiando el caso de la dama azul conseguirán resultados. La muerte de uno de esos sacerdotes y el robo de un manuscrito que describe los secretos de la religiosa, dispara una carrera contra el tiempo para dominar un viejo don místico.

¡No puede perderse esta aventura!
(Fuente: ladamaazul.com)

08 octubre 2009

Premio Nobel de Literatura 2009: Herta Müller

"Estoy sorprendida y todavía no me lo puedo creer. De momento no puedo decir más", ha dicho Müller en una primera reacción difundida por su editorial alemana Hanser. Ya antes, al recibir la noticia a través del secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, la escritora había dicho que se había quedado muda pero prometió a su interlocutor que recuperaría el habla para el 10 de diciembre, cuando le sea entregado el premio en Estocolmo. El premio a la escritora alemana de origen rumano ha sido anunciado por primera vez en directo a través de ha retransmitido en directo por YouTube.com.

Müller (nacida en 1953), es poeta y novelista. Su obra narra la vida en Rumania bajo la tirania del dictador Ceaucescu. El galardón, dotado con cerca de un millón de euros, reconoce en Müller su capacidad para describir "el paisaje de los desposeídos". En España están editadas varias de sus obras, entre otras En tierras bajas y El hombre es un gran faisán en el mundo (ambas en Siruela), La bestia del corazón (Mondadori) y La piel del zorro (Plaza&Janés).

La obra de la Premio Nobel de Literatura Herta Müller encarna en buena parte el destino de las minorías alemana en los países del centro de Europa que, tras el fin de la II Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo. La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumanía) en 1953 y en una familia de la minoría alemana en ese país -a la que pertenecieron otros escritores emblemáticos alemanes como Paul Celan u Oskar Pastior- y desde muy pronto trató de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía.

Herta Müller estudió filología germánica y filología rumana simultáneamente, tratando de profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía que pertenecía. Con la Rumanía oficial, regida por el dictador Nicolai Ceacescu, entró en conflicto muy pronto al ser despedida de su primer trabajo, como traductora en una fábrica de máquinas, por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumanía comunista.

Su primer libro, Niederungen (En tierras bajas), también fue motivo de conflicto. El manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse, en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana. Dos años después, la versión original del libro apareció en Alemania, ante lo que las autoridades rumanas reaccionaron imponiéndole a Herta Müller la prohibición de publicar. En Alemania, en cambio, Niederungen le valió un reconocimiento literario inmediato y la novela recibió el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año. En ese libro, compuesto de una larga narración de unas ochenta páginas y de otras narraciones breves, Müller enfoca, con mirada infantil, la vida de un pueblo alemán perdido en Rumanía.

Se trata de un pueblo venido a menos tanto en lo económico como en lo moral. "No soportamos a los demás ni nos soportamos a nosotros mismos y los otros tampoco nos soportan", dice en algún momento la voz de la niña que narra la historia. La historia que cuenta Herta Müller en Niederungen es, en buena parte, una historia de represión permanente y de incomunicación que empieza por la vida familiar y sigue con las relaciones de los individuos con el estado. Las descripciones cotidianas se mezclan con historias tomadas de supersticiones populares y con leyendas lo que hizo que en su momento la forma de hacer literatura recordará al crítico Friedrich Christian Delius los recursos utilizados por el mexicano Juan Rulfo en Pedro Páramo.

Niederungen había acabado con las posibilidades de Herta Müller de hacer carrera literaria en Rumanía pero le abrió, por contra, todas las puertas en Alemania. En 1987 la escritora logró abandonar Rumanía y se instaló en Berlín, donde vive y trabaja desde entonces. La Rumanía de Ceacescu - y el destino de la minoría alemana allí- es el tema de buena parte de sus obras. En Der Mensch ist ein groses Fasan auf der Welt (El ser humano es un gran faisán en el mundo) aborda el destino de una familia alemana que espera con ansiedad la autorización para abandonar Rumanía. En su última novela, Atemschaukel, cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la II Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética en un destino que compartieron muchos miembros de la minoría alemana. Los rusos consideraban que con ello los alemanes pagaban sus culpas como cómplices de Hitler, sin importarles que algunos de ellos hubieran sido también víctimas del nazismo.

En Atemschaukel, por ejemplo, hay un personaje, David Lommer, que es judío y que sin embargo termina también en el campo de trabajo con los otros miembros de la minoría alemana. Atemschaukel es el intento de Herta Müller por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre, y de otros muchos rumanos-aleanes de su generación, que no se atrevían a hablar nunca del tiempo que habían pasado en campos de trabajo soviéticos.

Con su madre, Herta Müller nunca pudo hablar sobre el tema pero si lo hizo con el poeta Oskar Pastior que también había estado en un campo de trabajo e incluso los dos escritores llegaron a plantear la posibilidad de escribir juntos un libro sobre el tema. El proyecto fue interrumpido por la súbita muerte de Pastior, en 2006 cuando acababa de recibir el Premio Georg Büchner, ante lo que Müller optó por aprovechar sus conversaciones con el poeta, y con otros que habían tenido la misma experiencia, para abordar el tema en forma de novela.
(Fuente: el universal.com)

06 octubre 2009

Al Filo del Agua (Agustín Yáñez)

La novela está situada en un pueblo en el Estado de Jalisco, pueblo muy característico por su geografía de áridos contornos y en zona de difícil comunicación con el resto del país. El autor nos describe el ambiente de la época, en una sociedad mexicana en la que la religión católica juega un papel preponderante, situación que, en mayor o menor grado, comparten los países de América Latina y de otras latitudes.

Así mismo se señalaron algunas similitudes con el ambiente de los pueblos en los cuentos de Juan Rulfo. Ese poder de la religión católica se ejerce, en el relato, a través del cura párroco, quien con su celo extremo controla todos los momentos de la vida de los feligreses de la parroquia. Con todo, su autoridad no impide que se cometan abusos, típicos de sociedades latifundistas, porque su percepción de la profesión del sacerdocio lo induce a desterrar de su vida personal y de la de sus “ovejas”, hasta la más ligera manifestación de libertad de expresión, y de alegría o de ternura por sus semejantes.

El autor ahonda en la sicología de los personajes y nos muestra cómo sus vidas están tan entrelazadas con las diarias prácticas religiosas hasta que, finalmente, la vida de todos en el pueblo progresivamente va fundiéndose con la elaborada liturgia de las ceremonias católicas. Pero sobre todo hacia el final, el ritmo repetitivo y creciente del relato, desemboca ya en actitudes de auto reflexión y de protestas más o menos veladas, de parte de los norteños y de otros visitantes, que irán anunciando el desenlace previsto de la “revolufia”.

Estar al filo del agua es expresión que se usa para decir que está a punto de llover. Y así culmina esta obra con el inminente estallido de la revolución, después de haber descrito a través de sus páginas cómo se viene cargando de presagios el ambiente de este pueblo, agobiado por la imposición de todo lo que termina reconociendo el cura de la parroquia como: [su estéril celo por la pureza, su casa para ejercicios espirituales, los largos años inútiles de severidad contraproducente.], hasta el punto de llegar, él mismo, a considerar la revolución como una posible solución.

01 octubre 2009

J.M.G. Le Clézio: ¿Otro desacierto del Nobel?

Por RAFAEL RODRIGUEZ HERNANDEZ

Me gustaría que alguien me explique cuáles son los parámetros “secretos” que tiene la Academia Sueca para otorgar el codiciado Premio Nobel de Literatura, porque en muchas ocasiones —la mayoría— son muy desacertados.

En el caso del Premio Nobel de Literatura 2008 este hecho es casi palpable. Jean Marie Gustave Le Clézio, un escritor y traductor nacido en Niza, Francia, era casi un personaje anónimo de este lado del mundo hasta que se le otorgó el citado galardón. Y la muestra de ello es que en las librerías de un país como Estados Unidos no se encontraba un solo ejemplar de ninguna de las obras del autor, aun meses después de ganar el Nobel.

Como cualquier lector responsable salí en busca de la obra de Le Clézio, para formarme una idea de su estilo y de los méritos que lo hicieron digno de tan prestigioso reconocimiento. Y todavía estoy buscando dichos méritos.

Para empezar quise leer alguna de sus obras más sobresalientes, pero me tuve que conformar con la primera y la única que hasta ese entonces —dos meses atrás— había en las librerías de Estados Unidos: “El buscador de oro”, una historia en la que el autor se pierde —y hace que el lector se pierda— en la búsqueda de un tesoro que nunca aparece ni tampoco se sabe a dónde va a parar.

Cuando termino esta novela, y luego de una agotadora búsqueda, llega a mis manos, directamente desde Barcelona —no la encontré en Estados Unidos— “La cuarentena”, la llamada obra maestra del autor. Para mí se convirtió en una verdadera cuarentena leerla, porque luego de cuarenta días ahogado en sus páginas no lograba “engancharme” en lo que el escritor quiso narrar.

“La curentena” trata de las peripecias que vive un grupo de viajeros que se dirige hacia la isla de Mauricio al quedar olvidado en un islote antes de llegar a su destino.
El problema no es que Le Clézio sea un escritor de quinta, esa no es mi idea, lo que sí creo es que hay un centenar de escritores dignos de un Premio Nobel, y que poseen una obra literaria mucho más premiable.

Al principio pensé que lo aburrido de estos libros podría ser por cuestiones idiomáticas, ya que en las traducciones a veces se pierde mucho de la esencia de una obra. Pero más tarde descubro que el autor ha sido traducido a varios idiomas, y en todos se ha encontrado con opiniones no muy favorables. Para la crítica literaria alemana Sigrid Löffler, Le Clézio “de alguna manera es terriblemente aburrido de leer”.

Casi se puede asegurar que los miembros de la Academia Sueca no toman en cuenta la amenidad del autor y sus obras al momento de premiarlas —me parece que ellos no leen a los autores que premian—, como tampoco es tan real aquello de que también se toma en cuenta el aporte a la sociedad a nivel mundial que hacen los galardonados. Aunque pensándolo bien Le Clézio sí aporta algo cada vez que alguien toma un libro suyo para leerlo: mucho sueño.

14 septiembre 2009

La Casa de los Siete Pecados (Mari Pau Domínguez)

Un rey atrapado por un delirio amoroso y acuciado por la culpa. Una misteriosa casa de siete chimeneas habitada por el fantasma de una mujer.

La trágica danza del deber, la pasión y la muerte en la corte de Felipe II. Año del Señor de 1570. Anna de Austria, hija del emperador Maximiliano II, llega a España para convertirse en esposa del rey Felipe II, su tío. Su obligación principal es dar un heredero al trono de la monarquía más poderosa de su tiempo, pero también aspira a ser feliz y hacer feliz a su marido. Una joven dama y una extraña casa en la que la propia reina conocerá la tentación se interpondrán en su camino. Felipe II, inmerso en una relación tormentosa con la joven aya de sus hijas, se debate entre la incontenible lujuria que le despierta su amante y el peso de la culpa que puede condenar su alma. Su condición de rey le obliga a tomar decisiones de imprevisibles y trágicas consecuencias que torturan su corazón de hombre.

Ambientada en el momento en que en la poderosa monarquía hispánica comenzaban a asomar las grietas que anunciaban la pánica decadencia, La casa de los siete pecados es una magnífica reconstrucción, tan minuciosa como sutil, de los esplendores y miserias del Siglo de Oro. En ella se narra una historia de deseos frustrados, religiosidad enfermiza y poder absoluto que conducen a un final en el que realidad y ficción se confunden, envueltas en un halo de misteriosa leyenda. Por eso es una novela que se lee con pasión y se saborea con deleite, como todas las obras llamadas a dejar huella. (Fuente: Lecturalia.com)

05 septiembre 2009

La Divina Comedia (Dante Alighieri)

La Divina Comedia (también conocida como La Comedia) es un poema teológico escrito por Dante Alighieri. Se desconoce la fecha exacta en que fue escrito aunque las opiniones más reconocidas aseguran que el Infierno pudo ser compuesto entre 1304 y 1307–1308, el Purgatorio de 1307–1308 a 1313–1314 y por último, el Paraíso de 1313–1314 a 1321 (fecha esta última, de la muerte de Dante). Se considera por tanto que la redacción de la primera parte habría sido alternada con la redacción del Convivium y De Vulgari Eloquentia, mientras que De Monarchia pertenecería a la época de la segunda o tercera etapa, a la última de las cuales hay que atribuir sin duda la de dos obras de menor empeño: la Cuestión del agua y la tierra y las dos églogas escritas en respuesta a sendos poemas de Giovanni del Virgilio.

Cada una de sus partes está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres (número que simboliza la trinidad sagrada, Padre, Hijo y Espíritu Santo, así como también el número tres simboliza el equilibrio y la estabilidad en algunas culturas, y que también tiene relación con el triángulo): tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz, que personifica a la fe, y Virgilio, que personifica a la razón; la estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos. Adicionalmente, Dante utiliza el número 10 como cabalístico (como número pitagórico), hecho que vemos en los cien cantos de la comedia (33 en cada reino más el canto introductorio) o en los diez niveles del infierno (nueve círculos más el anteinfierno de los indiferentes). La estructura matemática de la Divina Comedia, por otra parte, es mucho más compleja de lo que aquí se esboza. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala además de un gran poder de síntesis que es característico de los grandes poetas.

Infierno

La primera parte narra el descenso del autor al Infierno, acompañado por el poeta latino Virgilio, autor de la Eneida, a quien Dante admiraba. Acompañado por su maestro y guía, describe los nueve círculos en los que son sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados cometidos en vida. Dante encuentra en el Infierno a muchos personajes antiguos, pero también de su época, y cada uno de ellos narra su historia brevemente a cambio de que Dante prometa mantener vivo su recuerdo en el mundo; cada castigo se ajusta a la naturaleza de su falta y se repite eternamente. Es particularmente recordada la historia de Paolo y Francesca, amantes adúlteros que se conocieron al leer en el libro de Lanzarote los amores de la reina Ginebra y este caballero, que fue motivo de inspiración y homenaje por poetas románticos y contemporáneos, así como la historia del conde Ugolino da Pisa, el último viaje de Ulises, el tránsito por el bosque de los suicidas, la travesía del desierto donde llueve el fuego y la llanura de hielo de los traidores, estos últimos, considerados los peores pecadores entre todos.

Purgatorio

En la segunda parte, Dante y Virgilio atraviesan el Purgatorio, y allí se despiden, pues a Virgilio, un pagano, no le está permitido entrar al Paraíso. La despedida de ambos es señalada por muchos críticos como uno de los momentos más conmovedores del libro. El purgatorio es una montaña de cumbre plana cuyas laderas son escalonadas y redondas, simétricamente al Infierno. En cada escalón se redime un pecado, pero los que lo redimen están contentos porque poseen esperanza. Dante se va purificando de sus pecados en cada nivel porque un ángel en cada uno le va borrando una letra de una escritura que le han puesto encima. En el purgatorio encuentra a famosos poetas, entre ellos a Publio Papinio Estacio, autor de la Tebaida. Cerca de la cumbre está la fuente Eunoe, en la que al beber se olvidan todas las cosas malas y sólo se recuerdan las buenas.


Paraíso

En el Paraíso, de estructura no menos compleja que la del Infierno y concebido como una rosa inmensa en cada uno de cuyos pétalos se encuentra un alma, y en cuyo centro mareante se encuentra Dios, Dante encuentra a su amada, Beatrice (Beatriz), cuyo nombre significa precisamente «dadora de felicidad» y «beatificadora», cercana a Dios en el centro del Empíreo rodeado de los coros angélicos. Cuando el poeta dirige la mirada a Él su memoria se desborda, se desmaya y despierta.

Dante Alighieri llamó sencillamente Commedia (comedia) a su libro, pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final es feliz. El libro suele presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de La Divina Comedia, muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se lo concebía en su tiempo. Miguel Asín Palacios, por otra parte, destacó la importancia de la escatología musulmana en la estructura del Infierno dantesco. La mejor traducción española en verso es la del poeta, crítico y traductor Ángel Crespo. (Fuente: Wikipedia)

23 agosto 2009

El Viajero del Siglo (Andrés Neuman)

Un viajero enigmático. Una ciudad en forma de laberinto de la que parece imposible salir. Cuando el viajero está a punto de marcharse, un insólito personaje lo detiene, cambiando para siempre su destino. Lo demás será amor y literatura: un amor memorable, que agitará por igual camas y libros; y un mundo imaginario que condensará, a pequeña escala, los conflictos de la Europa moderna.

El viajero del siglo nos propone un ambicioso experimento literario: leer el siglo XIX con la mirada del XXI. Un diálogo entre la gran novela clásica y las narrativas de vanguardia. Un puente entre la historia y los debates de nuestro presente global: la extranjería, el multiculturalismo y los nacionalismos, la emancipación de la mujer.

Andrés Neuman despliega un mosaico cultural al servicio de un intenso argumento, pleno de intrigas, humor y personajes emocionantes, con un estilo rompedor que ofrece a estas cuestiones un sorprendente cauce. (Fuente: Alfaguara)

04 agosto 2009

Misterios de la Iglesia (Carmen Porter)

La Iglesia es para todos nosotros un misterio de proporciones interesantes. Incluso para aquellos que se mueven en su seno, desde los que forman parte de sus jerarquías en su base hasta aquellos que se mueven en las más altas instancias.

Como toda institución importante, asentada casi en la práctica totalidad del planeta, y que lleva existiendo desde hace unos dos mil años, muchos son los secretos que guarda de forma hermética. Algunos que no interesan que se conozcan por ser supuestamente perjudiciales para la institución y otros, en cambio, que sin duda guardan con ahínco por ser fuente de fe.

Pues bien, de todo esto y mucho más va el libro de Carmen Porter, "Misterios de la Iglesia". Un trabajo periodístico exhaustivo y profundo que se adentra en ese mundo tan desconocido que se esconde tras la religión.

Carmen Porter hace un buen trabajo con éste su primer libro. Como buena investigadora no supone nada, no intenta influir en conductas del lector. Simplemente nos cuenta hechos. Unos hechos que, a todas luces, harán pensar al lector.

"Misterios de la Iglesia" es un libro que no puede dejarse al margen. No sólo hay que leerlo, sino que analizarlo. Muchos de los acontecimientos ahí reflejados suponen encontrarse de forma clara y concisa con la forma de actuación de la iglesia ante, por ejemplo, exorcismos, apariciones marianas, estigmas, supuestos milagros donde las imágenes sangran... Pocas veces nos vamos a encontrar con un libro que nos muestre este tipo de cosas.


16 julio 2009

Primer Viaje Alrededor del Globo (Antonio Pigafetta)

Puerto de Sanlúcar, 20 de septiembre de 1519, una flota de cinco barcos está por zarpar. Al mando del Capitán General don Fernando de Magallanes, más de 250 hombres salen a la mar en una expedición con rumbo desconocido. Los comandantes de cuatro de los barcos eran españoles, Magallanes, jefe de la flota era portugués.

Tres años después, Sanlúcar vería desembarcar a 18 hombres débiles y enfermos, habían recorrido más de catorce mil cuatrocientas setenta leguas, dando por primera vez la vuelta al globo terráqueo, de este a oeste, descubriendo de paso, un estrecho pasaje que unía por el sur a dos océanos, el Atlántico, viejo conocido y uno nuevo que dio en llamarse Pacífico.

El Capitán General no regresó, fue uno de los que quedaron en el camino. Quien relata la historia es un Antonio Pigafetta, gentil hombre italiano que logró integrarse a la expedición moviendo influencias y pagando su pasaje porque “sabía que navegando en el Océano se observaban cosas admirables”.

Para fortuna nuestra llevó un diario en que narró las peripecias del viaje, y tuvo la suerte de conservar la salud para escribir sin interrupciones.

Cuenta, sencillamente, todo lo que vio, las traiciones y la justicia administrada en el lugar, las deserciones y los abandonos, pero por sobre todo, las penurias vividas en un viaje increíble.

Observa y describe minuciosamente lo que ve, la tierra, la fauna, la flora los nativos, sus vestimentas y costumbres, nada escapa a su pluma. Algunas veces se deja llevar por el entusiasmo y describe como vistas por él, cosas que seguramente le contaron. Exagera también y es responsable de la creencia generalizada que los patagones son gigantes, pero se lo excusamos, lo hace en su afán de contarlo todo.

Es importante notar que donde iba recopilaba vocabularios de las lengua habladas por los nativos de la Patagonia, de las Filipinas, de las Molucas.

Se logra el objetivo original del viaje, llegar a las Malucas navegando hacia el oeste; encuentran las islas donde se hayan en abundancia las especias tan preciadas, canela, clavo, pimienta. Obtiene Pigafetta noticias de los imperios míticos, China, la India.

Zarpa de nuevo el último barco, La Victoria, doblan el cabo de la Buena Esperanza casi sin recursos. Arriban por fin a las Islas de Cabo Verde, algo extraño sucede, llegan un jueves, pero según el diario tan cuidadosamente llevado debiera ser miércoles. No hay error, navegando siempre hacia el oeste ganaron veinticuatro horas. Al fin y al cabo era verdad, “navegando en el Océano se observaban cosas admirables”.
(Fuente: hislibris.com)

19 junio 2009

La Cuarentena (Jean Marie Gustave Le Clézio)

Corre el año 1872 cuando en una taberna parisiense irrumpe desafiante el poeta Arthur Rimbaud y amenaza a la clientela. Diecinueve años después, Jacques Archambau, un joven médico que de niño asistió atónito a la tormentosa escena y que ignora cuán ligado se halla su destino al del célebre poeta, embarca en el Ava con su esposa Suzanne y su hermano Léon rumbo a la isla Mauricio, su tierra natal. Allí les espera el gran clan familiar que antaño expulsara al padre de Jacques y Léon. Sin embargo, tras declararse dos casos de cólera en el barco, los pasajeros —un puñado de europeos y multitud de indios contratados para la recolección de la caña de azúcar— se ven obligados a desembarcar en la isla Plate, frente a Mauricio, para pasar la cuarentena. Abandonados a su suerte, verán convertirse la paradisiaca isla en un infierno del que no saben si saldrán con vida. Frente a un Jacques perplejo y una Suzanne tal vez ya contagiada, Léon volverá los ojos hacia la isla, hacia la joven y bella india Suryavati. Hacia la vida.

02 junio 2009

Ángeles y Demonios (Dan Brown)

Ángeles y demonios sigue al simbologista de Harvard Robert Langdon mientras trata de impedir que la legendaria sociedad secreta de los Illuminati destruya la ciudad del Vaticano gracias al recientemente descubierto poder de la antimateria. El director del CERN Maximilian Kohler descubre en una de las instalaciones del edificio el cadáver de uno de sus físicos más respetados, Leonardo Vetra, asesinado en su propia oficina. En el pecho marcado a fuego con un hierro al rojo grabaron la palabra Illuminati. En lugar de llamar a la policía, Kohler busca la palabra en Internet y finalmente contacta con el profesor Robert Langdon, experto en los Illuminati. Kohler le pide ayuda para descubrir al asesino.

Lo que Langdon descubre en la escena del crimen lo aterra; el símbolo es autentico y la supuesta sociedad desaparecida parece resurgir. Kohler llama a la hija adoptiva de Vetra, Vittoria. Una vez allí se dan cuenta que el contenedor con un cuarto de gramo de antimateria ha sido robado por la sociedad, mientras el contenedor permaneciera conectado en el CERN, la antimateria permanecería flotando en un vacío total creado por arcos magnéticos, proveyendo seguridad; pero cuando es desconectado del abastecimiento eléctrico, el contenedor activa su batería de emergencia la cual dura solo 24 horas. La verdad es que los Illuminati ocultaron el contenedor en algún lugar de la Ciudad del Vaticano, con una cámara de seguridad enfocándolo mientras su reloj sigue un conteo regresivo hacia el momento de la explosión. Esa noche se lleva a cabo el cónclave para la elección de un nuevo papa, haciendo de este un momento perfecto para que los Illuminati oculten la antimateria en el Vaticano y destruyan a las personas más importantes de la Iglesia Católica.

El cardenal Mortati (quien preside la elección) descubre que los cuatro cardenales favoritos, han desaparecido. En realidad han sido secuestrados por el Hassassin, quien también mató a Leonardo Vetra. Langdon y Vittoria se dirigen al Vaticano esperado encontrar al asesino y recuperar la antimateria, Kohler no puede ir con ellos pues sufre una crisis respiratoria por no recibir su inyección diaria. Al llegar, a la búsqueda se suma el camarlengo Carlo Ventresca y la Guardia Suiza que incluye al comandante Olivetti, el capitán Rocher y el teniente Chartrand. Las pistas que Langdon y Vittoria hallan en los Archivos Vaticanos los llevan a inspeccionar los llamados Altares de la Ciencia. Cada altar se refiere a los clásicos elementos (Tierra, Aire, Fuego y Agua) que antiguamente se consideraban las partes constituyentes de toda la materia. En cada altar, uno de los cardenales atrapados por el Hassassin es asesinado por un método relativo al elemento al que se refiere el altar - el cardenal Ebner, de Frankfurt, Alemania, muere cuando llenan su garganta con tierra mientras estaba sepultado hasta la cintura en un cripta subterránea (Tierra); el cardenal Lamasse, de París, Francia, muere apuñalado en los pulmones y es abandonado en la Plaza de San Pedro (Aire); el cardenal Guidera, de Barcelona, España, es colgado sobre una hoguera y muere incinerado (Fuego); y el cardenal Baggia, de Roma, Italia, es ahogado en una fuente (Agua). Todos ellos marcados a fuego con el nombre del elemento en forma de ambigrama. Los medios de comunicación son alertados de los homicidios y luego revelan que el papa fallecido murió debido a una sobredosis de heparina. Esto hace que Vittoria revise el cuerpo del papa y descubre la lengua del cuerpo negra, clara señal de envenenamiento con heparina (podría decirse que ella al revisar la boca del fallecido papa haya practicado la primera autopsia a un Sumo Pontífice).

Más tarde el Hassassin mata a Olivetti y secuestra a Vittoria, pero Langdon acude a rescatarla. Durante la lucha con el Hassassin, Langdon descubre que Jano, el líder de la sociedad, se disfrazará y marcará al camarlengo con una quinta marca. Cuando Langdon está a punto de ser derrotado, Vittoria logra liberarse y ataca al Hassassin. Con la ayuda de Langdon lo arrojan desde el balcón del Castillo de Sant'Angelo , matándolo.

Al descubrir que Maximilian Kohler es el samaritano de la hora undécima, Langdon entonces supone que Kohler es Jano, embarcado en una misión suicida para matar al camarlengo.

Langdon y Vittoria llegan a tiempo para salvar al camarlengo, que ya ha sido marcado con el Diamante de los Illuminati, un ambigrama que muestra los nombres de los cuatro elementos escritos juntos. Cuando la puerta es forzada durante la cita, ven que Kohler apunta con una pistola al camarlengo y que el Diamante está cerca de sus pies. Los guardias suizos abren fuego contra Kohler y el teniente Chartrand mata de varios disparos al capitán Rocher después que el camarlengo grita que el capitán es un Illuminatus. Kohler le da a Langdon una videocámara y le dice que la entregue a los medios de comunicación. Langdon la guarda en uno de sus bolsillos pero no tiene la intención de entregarla a los medios ya que supone que se trata de un mensaje de Kohler acerca de las bondades de la ciencia y las maldades de la religión. Mientras el camarlengo es sacado de allí para llevarlo en helicóptero a un hospital, repentinamente éste parece recibir un mensaje de Dios, revelándole donde esta la antimateria. Vuelve corriendo a la basílica seguido por Langdon, Vittoria, los guardias suizos y dos periodistas de la BBC. Ellos consideran que el sacerdote ha enloquecido a causa del shock emocional. Lo siguen hasta la tumba de san Pedro, lugar donde hallan el contenedor con la antimateria. El camarlengo sale de la cripta con el contenedor y se dirige a la plaza, con la intención de subir al helicóptero y lo hace luego de pedirle al piloto que se baje. Una vez al mando del helicóptero, descubre que Langdon también ha abordado, diciéndole que lo ayudará a arrojar la antimateria una vez que estén lo suficientemente alto para no dañar a nadie. Urgido por Langdon, puesto que al contenedor le quedan solamente algunos minutos antes de agotar su batería, el camarlengo no insiste en que Langdon se baje (aunque ya se lo había pedido) y eleva el vehículo. Una vez a gran altura, el camarlengo le dice a Langdon que lamenta que haya subido al helicóptero, ya que no puede arrojar la antimateria hacia tierra. Entonces Langdon se da cuenta que se trataba de una misión sin retorno. El camarlengo se coloca el único paracaídas y salta. Segundos después el tiempo se agota y la antimateria se libera provocando una enorme explosión.
Pocos instantes después el camarlengo aparece sobre la basílica y la gente cree que se ha producido un “milagro”. Esto hace que todos los presentes, incluyendo los cardenales restantes, griten el nombre del camarlengo.

Mientras tanto, Robert Langdon también se ha salvado de la explosión, al usar la cubierta de vinilo del parabrisas del helicóptero como paracaídas rudimentario. Cae duramente en el río Tíber cerca de la isla Tiberina la cual se dice que posee poderes curativos milagrosos. Despierta pocos minutos después en el hospital, allí una enfermera le dice que algunos de sus efectos personales se han salvado incluso la videocámara de Kohler, que repetía su grabación una y otra vez. Langdon la oye (pues el visor está roto) y se da cuenta que no es un sermón sobre ciencia y religión. Langdon, encolerizado logra que lo lleven en un helicóptero-ambulancia hasta el Vaticano. Una vez allí le muestra la grabación a los cardenales en un televisor. Entonces es finalmente revelado que el camarlengo es Jano y que engañó al Hassassin haciéndole creer que los Illuminati seguían activos y las marcas habían sido confiscadas y ocultadas en el Vaticano siglos atrás. Kohler había hablado con Rocher y el había revelado la verdad sobre el camarlengo. Rocher había permitido que Kohler entrase a hablar a solas con el camarlengo llevando una pistola oculta en la silla de ruedas. Kohler también había leído el diario de Leonardo Vetra donde decía que se había entrevistado con el Papa, la única persona que sabia del descubrimiento de Vetra antes de ser asesinado. Usando la psicología, Kohler logra que Ventresca admita que contrató al Hassassin para matar a Leonardo. Kohler le dice al camarlengo que ya no tiene escapatoria, ahora que ha confesado su pecado, pero Ventresca le dice que “confesar los pecados es el escape”. Entonces se marca el pecho con el diamante de los Illuminati. Al gritar alerta a los guardias, que matan a Kohler. Después de mostrar esto, todos en la Capilla Sixtina se quedan asombrados y el cardenal Mortati se da cuenta que esto significa que el camarlengo mató al Papa. El camarlengo le responde que el Papa era un “vil mentiroso” y le dice a todos que el Papa tenía un hijo, y que por lo tanto había quebrantado su voto de castidad. Mortati le contesta que aunque el Papa se había enamorado de una mujer, no quebrantó ningún voto ya que el niño nació gracias a la inseminación artificial. Entonces Mortati le revela que el hijo del Papa no es otro que el camarlengo Carlo Ventresca. Impactado por las terribles implicaciones de esto, el camarlengo escapa y luego se incinera en el balcón principal. Luego sus cenizas son juntadas por Mortati y colocadas junto al sarcófago del Papa.

El cardenal Mortati es considerado elegible y es votado Papa. Asombrosamente los reporteros británicos revelan que esa noche se han elegido dos Papas; de acuerdo a las antiguas leyes si los cardenales y otros sirvientes de la Iglesia gritaban el nombre de la persona a la vez y en forma espontánea, la persona es elegible. Cuando los cardenales gritaron el nombre del camarlengo, involuntariamente lo estaban eligiendo como Sumo Pontífice (se debate sobre si el final de la historia es ético o no, ya que el camarlengo consiguió lo que quería). Langdon y Vittoria se hospedan en el Hotel Bernini. El teniente Chartrand entrega a Langdon una carta y un paquete del nuevo Papa. El paquete es la marca del Diamante de los Illuminati el cual es cedido a Langdon en préstamo indefinido. (Fuente: wikipedia)

19 mayo 2009

El Buscador de Oro (Jean Marie Gustave Le Clézio)

Hace mucho tiempo que estoy en este valle. ¿Cuántos días, cuantas noches? Hubiera debido llevar calendario, como Robinson Crusoe, haciendo muescas en un pedazo de madera. En este valle solitario me siento tan perdido como en la inmensidad del mar.” Estas palabras definen perfectamente la aventura existencial del reciente Nobel de Literatura J. M. G. Le Clézio y enmarcan también la aventura vital de Alexis L’Étang, natural de Isla Mauricio, en cuyo diario, fechado de 1892 a 1922, aparece la intrépida búsqueda del tesoro de un corsario del siglo XVII, supuestamente enterrado en Rodrigues, una de las islas Mascareñas. Esta búsqueda acabará por convertirse en la empresa y la obsesión de su vida. El tesoro toma cada vez formas diferentes: el jardín del Edén que rodea la casa de su infancia, los sueños de aventuras, el paisaje mineral de la isla... Alexis L´Étang descubre poco a poco, admirado, la íntima relación entre todos los elementos que van apareciendo en el curso de su exploración y, gracias al enigmático corsario, conseguirá descifrar el universo mágico que le rodea. Estamos ante una obra maestra caracterizada primordialmente por una extraña y cautivadora belleza y la emocionada admiración hacia los grandes relatos de aventuras marítimas.
(Fuente: Lecturalia.com).

04 mayo 2009

Quién de Nosotros (Mario Benedetti)


"Sólo hoy, al quinto día, puedo decir que no estoy seguro. El martes, sin embargo, cuando fui al puerto a despedir a Alicia, estaba convencido de que era ésta la mejor solución. En rigor es lo que siempre quise: que ella enfrentara sus remordimientos, su enfermiza demora en lo que pudo haber sido, su nostalgia de otro pasado y, por ende, de otro presente. No tengo rencores, no puedo tenerlos, ni para ella ni para Lucas".

Así empieza “Quién de nosotros”, la primera novela del escritor uruguayo Mario Benedetti, en la que aborda, con eficaz sutileza, el clásico tema del triángulo amoroso. Miguel, Alicia y Lucas, los protagonistas de esta historia, ofrecen diferentes versiones de un mismo conflicto sentimental a través de un fascinante juego de espejos. En la última línea, uno de ellos concreta un interrogante que flota con ambigüedad a lo largo de toda la obra: “¿Quién de nosotros juzga a quién?”.

01 mayo 2009

Mira si yo te querré (Luis Leante)

Catarsis crónica. Eso es lo que me ha provocado la post lectura de esta historia. Y digo “post” porque no así al final, durante toda la novela me la pasé muy entusiasmado y expectante con lo que sucedería al final. No que no me haya gustado su final, pero me dejó tan afectado de conmiseración que todavía me siento deambulando entre las dunas del Sáhara.

Por más que uno así lo crea nunca se está preparado para el final de un libro. Y no se trata de que suceda o no lo que esperamos sino más bien la sorpresa que nos tiene reservada el autor, esto quizás como una muestra de agradecimiento por haber leído —y en ocasiones comprado— su libro.

Esta novela, que se desliza por una espiral de acontecimientos casi alucinados, nos cuenta una de las historias de amor más tristes y menos románticas que yo haya vivido —leer un libro es vivir lo que se narra; si no se vive es porque el libro es un cadáver—. Aunque me duela reconocerlo ya me había dibujado si no completo por lo menos parte del final: pensaba que era una de esas historias en donde “al final todos fueron felices para siempre”.

“Mira si yo te querré”, del español Luis Leante, fue ganadora del Premio Alfaguara 2007. Esta obra —que toma su nombre de un verso de la canción “Las Corsarias”— nos cuenta la historia de Santiago San Román, un joven humilde, de sobrada picardía, que termina en el desierto del Sáhara como miembro del ejército; y de Montserrat Cambra, la hija de un médico y profesor, perteneciente a la alta burguesía barcelonesa de los años setenta.

El resultado del cruce entre las vidas de Santiago y Montserrat nos queda vedado hasta las últimas páginas del libro, adonde nos lleva el autor a través de las peripecias que vivió la también doctora Cambra en su viaje a la región del Sáhara en busca de su amor de juventud, el que ella consideraba muerto hacía más de veinticinco años; y lo que en realidad sucedió con San Román.

A medida que vamos avanzando en sus páginas, “Mira si yo te querré” nos muestra también el cruce de dos culturas, a las que unen asuntos políticos, y el proceso de cómo España perdió la última de sus colonias, dando inicio a una nueva era en la vida de este país.

Desde el principio, el autor nos mantiene en un suspenso emocionante, alternando diferentes historias con distintos usos, voces y estilos narrativos, y que al final se enlazan con una misma cuerda.

Cuando llegamos a los capítulos que cierran esta historia, nos encontramos con los estragos de la guerra, de la soledad. Montse encontra lo que buscaba en su viaje: Santiago San Román. Pero es el lector quien la lleva a descubrirlo. Más bien, es el lector quien lo descubre, ¿o es que Montserrat Cambra y el lector son el mismo?

18 abril 2009

Santa Evita (Tomás Eloy Martínez)


Santa Evita
por Carlos Fuentes
para La Nación - México, 1996

En 1943, yo vivía en la esquina de Quintana y Callao, en Buenos Aires. Acababa de cumplir quince años, pero no iba a la escuela para evitar la ideología fascista promulgada por el ministro de Educación, Martínez Zuviría (que escribía novelas con el seudónimo de Hugo Wast). Quería regresar a México, y la Argentina era un compás de espera. En vez de estudiar, me dediqué a leer a Borges, seguir a la orquesta de tangos de Aníbal Troilo, ir a los cines de la calle Lavalle y oír novelas radiofónicas.

La actriz Eva Duarte protagonizaba una serie radial sobre mujeres célebres de la historia: María Antonieta, la emperatriz Carlota, Aladame Dubarry... Estos programas se anunciaban en la biblia de la radiofonía argentina, Sintonía. Eran bastante atroces, y la actriz era pésima. Tomás Eloy Martínez transcribe a la perfección sus parlamentos en la espléndida novela que nos ocupa, Santa Evita. "¡Macksimiliano sufre, sufre, y yo me vuá vover loca!". Las películas de Eva Duarte no eran mejores; recuerdo haber visto una adaptación de La pródiga, de Alarcón, que, como anota TEM parece filmada antes de la invención del cine. Y en la portada de la revista Antena, Eva Duarte aparecía a veces con trajes de baño de mal corte, o disfrazada de marinero.

En el edificio de departamentos donde yo vivía con mi familia todos se iban a las diez de la mañana y sólo quedábamos yo, leyendo a Borges y oyendo a Eva, y una bellísima señora europea que vivía sola en el piso superior. Una mañana fingí demencia y fui a tocar a su puerta. Ella apareció, platinada y con un lunar postizo en el pómulo. Le pedí disculpas, había perdido mi ejemplar de Sintonía y quería saber si hoy en la mañana Eva Duarte hacía el papel de Juana de Arco.

—No —me contestó mi vecina—. Hoy hace de la Dubarry. Es menos santa, pero más entretenida.
De este modo, indirectamente le debo mi iniciación sexual a Eva Perón. La conocí, de oídas, antes que el propio coronel Juan Domingo Perón, a la sazón ministro de Trabajo en el gabinete militar del general Edelmiro Farrel y rumorado, ya, como el poder detrás del trono. Cual no sería mi sorpresa, al regresar a México en 1945, de saber que en 1944 Perón y Eva Duarte se habían conocido y que ahora, frente a las multitudes, interpretaban su propia radionovela sin necesidad de imaginar, él, que era César, y ella, que era Cleopatra. La primera vez que los vi juntos en su balcón de la Plaza de Mayo, en el noticiero EMA, supe que de ahora en adelante Eva Duarte y Juan Peron iban a interpretar a dos personajes llamados "Eva Duarte" y "Juan Perón", o como lo indica TEM, dejaron de distinguir entre verdad y mentira, decidieron que la realidad sería lo que ellos quisieran: actuaron como novelistas. "La duda había desaparecido de sus vidas."

Realidad y ficción

Se ha vuelto un tópico decir que en América latina la ficción no puede competir con la realidad. Las novelas de Carpentier primero, de García Márquez y Roa Bastos enseguida, le dieron suprema e insuperable existencia literaria a esta verdad hiperbólica. No era —no esposible—, en este sentido, ir más allá de “El otoño del patriarca” y “Yo el Supremo”. Sin embargo, sigue siendo cierto que la novela difícilmente compite con la historia en Latinoamérica. Se ha citado una conversación que tuvimos García Márquez y yo a raíz de la increíble secuela de eventos recientes en México: había que tirar los libros al mar, la realidad los había superado.

Tomás Eloy Martínez vuelve a los surtidores mismos de esta paradoja latinoamericana, para recordarnos, primero, que en ella se encuentra el origen de la novela; enseguida, para someter la paradoja a la prueba de la biografía (la vida y muerte de un personaje histórico, Eva Perón), y finalmente para devolver una historia documentada y documentable a su verdad verdadera, que es la ficción.

"El único deber que tenemos con la historia es reescribirla", dice Oscar Wilde, citado por TEM. Y el propio autor argentino elabora: "Todo relato es, por definición, infiel. La realidad... no se puede contar ni repetir. Lo único que se puede hacer con la realidad es inventarla de nuevo". Y si la historia es otro de los géneros literarios, "¿por qué privarla de la imaginación, el desatino la exageración, la derrota, que son la materia prima de la literatura?"

Por un momento, lo que pudo ser la vida irredenta de Eva Duarte, nacida en el "pueblecito" de Los Toldos el 9 de mayo de 1919, hija natural, muchacha prácticamente iletrada que nunca aprendió ortografía, que decia "voy al dontólogo" cuando iba al odontólogo, obligada a aprender urbanidad básica, Liza Doolitle de la Argentina profunda, esperando al profesor Higgins que le enseñara a pronunciar las "erres". En vez, la llevó a Buenos Aires, a los quince años, el director de una orquesta de tangos bufa, llamado Cariño, quien acostumbraba disfrazarse de Chaplin.

Al iniciarse el ascenso de Eva Perón, la oligarquía y las élites argentinas le opusieron el desprecio más feroz. "Esa mina barata, esa copera bastarda, esa mierdita"; a los ojos de sus enemigos sociales, Eva Duarte era "una resurrección oscura de la barbarie" en un país convencido —engañado— de ser "tan etéreo y espiritual que lo creían evaporado". La derrota —mediata e inmediata— de la oligarquía argentina y sus pretensiones por "la mina barata" es una de las mejores historias de venganza política de nuestro siglo.

El arma histórica de la vendetta de Evita fue una sola: no perdonar, no perdonar a nadie que la humilló, la insultó, la golpeó. Pero su arma mítica fue mucho más poderosa: Eva Duarte creía en los milagros de las radionovelas. "Pensaba que si hubo una Cenicienta, podía haber dos." Esto es lo que ella sabía. Esto es lo que ignoraban sus enemigos. Evita era una Cenicienta armada. La Argentina no era un Olimpo europeo de la América latina.

La Cenicienta en el poder

Por sórdida y naturalista que sea la historia de los orígenes y el ascenso de Eva Duarte, la acompaña desde un principio otra historia, mítica, mágica, hiperbólica. Los enemigos de Evita no vieron más que la novela naturalista, a lo Zola: Evita Naná. Ella se propuso vivir la novela novelada, a lo Dumas: Cenicienta Montecristo. Pero ni ella ni sus enemigos veían más allá de la Argentina culta, parisiense, cartesiana, que las élites porteñas, con Victoria Ocampo y la revista Sur a la cabeza, le ofrecían al mundo. ¿Pues no vencía la ficción a la historia, la imaginación a la realidad, en un país donde los soldados de un campamento perdido en la Patagonia ponían seis o siete perros contra una pared, atados, formaban un pelotón y los fusilaban en medio de tiros errados, aullidos y sangre? "Lo único que nos entretiene acá son los fusilamientos." Tomás Eloy Martínez recuerda, y describe, la afición de los militares argentinos por las sectas, los criptogramas y las ciencias ocultas, culminando con el reino del "Brujo" López Rega, eminencia gris de la siguiente señora Perón, Isabelita. Sólo a la fábula fantástica puede pertenecer el plan de un coronel argentino para asesinar a Perón: cortarle la lengua mientras duerme. Y Eva misma, cuando conoce a Perón, en 1944, empezaba ya a practicar su vocación filantrópica manteniendo a una tribu de albinos mudos escapados de los cottolengos. Se los presenta a Perón. Están desnudos, nadando en un lago de mierda. Horrorizado, Perón los despacha en un jeep. Los albinos se escapan, perdidos para siempre en los maizales. ¿Realidad o ficción? Respuesta: la realidad es ficción.

TEM lo admite: las fuerzas de su novela son dudosas, pero sólo en el sentido de que también lo son la realidad y el lenguaje. Se filtran deslices de la memoria, verdades impuras. "A lo mejor no estaba sucediendo nada de lo que parecía suceder. A lo mejor la historia no se construía con realidades sino con sueños. Los hombres soñaban hechos, y luego la escritura inventaba el pasado. No había vida, sólo relatos."

Eva Perón, la Cenicienta en el poder, lo ejerció como la madrina de un cuento de hadas. Como un Robin Hood con faldas, lo daba todo, atendía a las inmensas colas de gente necesitada de un mueble, un traje de novia, un hospital. La Argentina se convirtió en su "ínsula barataria", sólo que el Quijote era ella, y Sancho Panza su marido realista, jornalero, chato, sin el carisma que ella le dio, el mito que ella le inventó y que él acabó por aceptar e interpretar. Mítica. Eva Perón podía ser, sin embargo, tan dura como cualquier general o político. Pero esto era secundario al hecho central: Cenicienta no tenía que hacer malas películas y actuar en malas radionovelas. Cenicienta podía actuar en la historia y, lo que es más, verse en la historia: TEM narra un maravilloso episodio en el que Eva en la platea ve a Eva en la pantalla visitando al papa Pío XII. La actriz frustrada va repitiendo en voz baja el diálogo silencioso entre la primera dama y el Santo Padre. Ya no es necesario actuar en los foros despreciados de Argentina Sono Film. Ahora el escenario es nada menos que el Vaticano, el mundo... y el cielo. La historia perfecta, después de todo, sólo puede escribirla Dios. Pero imitar la imaginación de Dios es acceder, en la Tierra, a su reino virtual. Santa Evita lo fue en vida: en 1951 una niña de 16 años, Evelina, le envía dos mil cartas a Evita, a razón de cinco o seis por día. Todas con el mismo texto, como se le reza a las santas. Evita ya era en vida, como dice Ricardo Garibay de nuestra santa patrona mexicana, la Virgen de Guadalupe.

¿Cómo iba a soportar ese cuerpo, esa imagen, la enfermedad y la muerte? "Prefiero que me mate el dolor y no la tristeza", dice Eva Perón cuando su cáncer se vuelve terminal. A los treinta y tres años, la mujer poderosa, bella, adorada , caprichosa, filantrópica, la esposa de Perón pero también la amante de los descamisados, la madre de los grasitas, se hunde fatalmente en la intolerable muerte temprana, la joven parca se la lleva... Y la ficción que la rodea cada vez más se acentúa con la agonía. Su mayordomo Renzi, retira los espejos de la recámara de la moribunda, inmoviliza las básculas en 46 perpetuos kilos, descompone los aparatos de radio para que ella no escuche el llanto de las multitudes: Evita se muere. Pero muerta, Eva Perón va a iniciar su verdadera vida. Esta es la esencia de la alucinante novela de Tomás Eloy Martínez, Santa Evita.

Un cadáver errante

El doctor Ara, verdadero Frankenstein criollo, se va a encargar de darle vida inmortal al cadáver embalsamado de Eva Perón. "Evita se había tornado tensa y joven, como a los veinte años... Todo el cuerpo exhalaba un suave aroma de almendras y lavanda... una belleza que hacía olvidar todas las otras felicidades del universo." El toque final de la teatralidad del doctor Ara es poner a la muerta flotando en el aire puro, sostenida por hilos invisibles: "Los visitantes caían de rodillas y se levantaban mareados".

Al caer Perón, en 1955, los nuevos militares decidieron desaparecer el cadáver de Evita. Pero no lo incineraron, con lo fácil que hubiera sido quemar esos tejidos rebosantes de químicos: volaría en cuanto le acercasen un fósforo. El presidente en funciones ordena, en cambio, que sólo se le dé cristiana sepultura. Es un cuerpo "más grande que el país", en el que los argentinos han ido metiendo todos "la mierda, el odio, las ganas de matarlo de nuevo". Y el llanto de la gente. Quizá, dándole cristiana sepultura, caerá en el olvido.

Pero Eva Perón, al fin dueña de su destino, se niega a desaparecer. Magistralmente, Tomás Eloy Martínez nos va develando la manera como Evita sigue viviendo, asegura su inmortalidad, porque su cuerpo se convierte en objeto de placer incluso para quienes la odian, incluso para sus guardianes... El fetichismo, indica Freud, es una alteración del objeto sexual. Provoca una satisfacción sustituta —satisfacción, pero también frustración—. Los guardianes del cadáver de Evita no sólo sustituyen el imposible amor sexual con la diosa o hetaira nacionales. Aseguran la supervivencia del cadáver, asistidos por el doctor Ara, que, por supuesto, se aferra a que su obra maestra perdure. Triplican el cadáver: uno real y dos copias, el real señalado por marcas ocultas en la oreja, en el sexo. Mueven el cadáver —los cadáveres— para despistar, para deshonrarlo y para seguirlo honrando, para monopolizar la posesión de Evita Perón en su errancia fúnebre, de desván a sala de proyecciones, a cárceles de la Patagonia, a camiones del ejército, a buques transatlánticos, pasando por áticos familiares. La llaman la Difunta. ED. EM. (Esa Mujer.). La llaman Persona.

Persona: la lengua francesa carece de nuestro rotundo "nadie", del "nessuno" italiano, del "nobody" inglés. Le da a nadie su persona: persona es respuesta negativa, elipsis de la inexistencia, sustantivo abstracto... De esa persona que no es nadie se enamoran sus sucesivos carceleros. El coronel Moori Koenig, encargado del secreto del cadáver, está a punto de destruirlo a base de zangoloteos, una Evita nómada que va y viene por la ciudad porque no hay ningún lugar seguro para ella —salvo, a la postre, la obsesión del propio coronel—. La odia. La necesita. La extraña. Ordena a sus oficiales orinarse sobre el cadáver. Pero no soporta la ausencia de Evita cuando otro oficial, el Loco Arancibia, la esconde en el ático de su casa y desencadena la tragedia familiar: la mujer de Arancibia muere invadiendo el sacro recinto de la muerta. Arancibia pierde la razón. Evita sobrevive a todas las calamidades. Su muerte es su ficción y es su realidad. Adonde quiera que es llevado, el cadáver amanece misteriosamente rodeado de cirios y flores. La tarea de los guardianes se vuelve imposible. Deben luchar con una muerte en cuya vida creen millones. Sus reapariciones son múltiples e idénticas: sólo dice que los tiempos futuros serán sombríos y como siempre lo son, Santa Evita es infalible.

El embalsamador lo supo siempre: "Muerta, puede ser infinita". Es el doctor Ara el que se encarga, muerta Evita, de contestar las cartas que le siguen dirigiendo sus fieles, pidiendo trajes de novias, muebles, empleos. "Te beso desde el cielo", contesta la muerta. "Todos los días hablo con Dios." Los carceleros del cadáver son, ellos mismos, prisioneros del fantasma de Persona, la Difunta, Esa Mujer. "Dejó de ser lo que dijo y lo que hizo para ser lo que dicen que dijo y lo que dicen que hizo". El cuerpo de Eva Perón se muere, pero no deja detrás su destino. El arte del embalsamador es semejante al del biógrafo. Consiste en paralizar una vida o un cuerpo, dice TEM, "en la pose en que debe recordarlos la eternidad". Pero el de Evita es un destino incompleto. Necesita un destino último, "pero para llegar a él habrá que atravesar quién sabe cuantos otros". Enloquecido por Eva, el coronel Moori Koenig cree asistir al destino de Persona cuando ve el alunizaje de los astronautas norteamericanos. Cuando Armstrong empieza a cavar para recoger piedras lunares, el coronel grita: "¡La están enterrando en la Luna!" Yo me quedo, más bien, con este otro clímax: el capitán de artillería Milton Galarza acompaña el cadáver de Persona a Génova en el Contessino Biancamano. El cuerpo embalsamado viaja en un féretro inmenso, zarandeado, relleno de periódicos, de ladrillos. La única diversión de Galarza durante la travesía es bajar a la bodega y conversar todas las noches con Persona. Eva Peron, su cadáver, "es un sol líquido".

El último enamorado

El formalista ruso Víctor Schklovsky admiró la temeridad de los escritores capaces de revelar el entramado de sus novelas, exhibiendo impúdicamente sus métodos. Don Quijote y Tristram Shandy son dos ejemplos ilustres de este "desnudar del método"; Rayuela, un gran ejemplo contemporáneo. Tomás Eloy Martínez pertenece a ese club. Santa Evita está construida un poco a la manera del Ciudadano Kane, de Orson Welles, con testimonios de un variado reparto que conoció a Evita y a su cadáver: el embalsamador, el mayordomo, la madre Juana lbarguren, el proyeccionista del cine donde el ataúd estuvo escondido —segunda película—, detrás de la pantalla. El peinador de la señora, los militares que se ocuparon de su cadáver.

A todos ellos, sin embargo, los trascienden dos autores. Uno de ellos, abiertamente, es Tomás Eloy Martínez. Es consciente de lo que está haciendo. "Mito e historia se bifurcan y en el medio queda el reino desafiante de la ficción". Quiere darle a su heroína una ficción porque la quiere, en cierto modo, salvar de la historia: "Si pudiéramos vernos dentro de la historia —dice TEM—, sentiríamos terror. No habría historia porque nadie querría moverse". Para superar ese terror, el novelista nos ofrece, no vida, sólo relatos.

"A lo mejor la historia no se construía con realidades sino con sueños. Los hombres soñaban hechos, y luego la escritura inventaba el pasado". El novelista sabe que "la realidad no resucita, nace de otro modo, se transforma, se reinventa a sí misma en las novelas".

Pero a partir de este credo, el novelista está condenado a vivir con el fantasma de su creación, con el sueño que inventa el pasado, con la ficción que se inserta entre mito e historia... "Así voy avanzando, día tras día, por el frágil filo entre lo mítico y lo verdadero, deslizándome entre las luces de lo que no fue y las oscuridades de lo que pudo haber sido. Me pierdo en esos pliegues, y ella siempre me encuentra. Ella no cesa de existir, de existirme: hace de su existencia una exageración".

Tomás Eloy Martínez es el último guardián de la Difunta, el último enamorado de Persona, el último historiador de Esa Mujer.

Redención de Benjamin

Santa Evita es la historia de un país latinoamericano autoengañado, que se imagina europeo, racional, civilizado, y amanece un día sin ilusiones, tan latinoamericano como El Salvador o Venezuela, más enloquecido porque jamás se creyó tan vulnerable, dolido de su amnesia porque debió recordar que también era el país de Facundo, de Rosas y de Arlt, tan brutalmente salvaje como sus militares torturadores, asesinos, destructores de familias, generaciones, profesiones enteras de argentinos.

Como la América latina invade a la República Argentina, como los cabecitas negras van rodeando a la urbe parisiense del Plata, así invadió Eva Duarte el corazón, la cabeza, las tripas, los sueños, las pesadillas de la Argentina.

Alucinante novela gótica, perversa historia de amor, impresionante cuento de terror, alucinante, perversa, impresionante historia nacional à rebours Santa Evita es todo eso y algo más.

Es la prueba del aserto de Walter Benjamin: cuando un ser histórico ha sido redimido, se puede citar todo su pasado, tanto las apoteosis como los secretos.

(Por Carlos Fuentes para el suplemento "Cultura" de La Nación, febrero de 1996. © La Nación)

14 abril 2009

Diario (Ana Frank)

El diario de Ana Frank es un diario escrito por la niña Ana Frank (Annelies Marie [Anne] Frank) entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944.

Oculta con su familia y otros judíos en una buhardilla de unos almacenes de Amsterdam durante la ocupación nazi de Holanda, Ana Frank con trece años cuenta en su diario, a quien llamo Kitty, la vida del grupo. Ayudados por varios empleados de la oficina, permanecieron durante más de dos años en el achterhuis (conocido como "el anexo secreto") hasta que, finalmente, fueron delatados. Ana escribió un diario entre el 12 de junio de 1942 y el 4 de agosto de 1944, tres días antes de que los ocupantes del anexo fueran traicionados. Margot Frank también escribió un diario, pero nunca se ha encontrado ningún rastro de éste.

El 4 de agosto de 1944, agentes de la Gestapo detienen a todos los ocupantes y son llevados a diferentes campos de concentración.

Después de permanecer durante un tiempo en los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz, Ana y su hermana mayor, Margot, fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron durante una epidemia de tifus entre finales de febrero y mediados de marzo de 1945.

Su padre, Otto Frank, fue el único de los escondidos que sobrevivió a los campos de concentración. Cuando regresó a Amsterdam, Miep Gies, una de las personas que les había ayudado durante su estancia en el anexo, le entregó el diario que su hija había escrito mientras estaban escondidos. En 1947 y según deseo de Anne, su padre decide publicar el diario y, desde entonces, se ha convertido en uno de los libros más leídos en todo el mundo.

El diario se publica por primera vez bajo el título "Het Achterhuis" (la casa de atrás) en Holanda, en 1947, por el editor Contact. En abril de 1955 se publica la primera traducción al español con el título "Las habitaciones de atrás" (editorial Garbo, Barcelona).

Tras el fallecimiento de Otto Frank en1980, legó los escritos al Instituto Holandés para la Documentación de la Guerra. El Fondo Anne Frank (Suiza) es el heredero de los derechos de autor de los textos. En 1998 se publicaron cinco páginas más desconocidas del citado diario.
El libro fue todo un éxito en todo el mundo, en especial en Israel, Estados Unidos y Reino Unido, país donde permaneció como número uno en las listas de libros más vendidos durante veinte semanas consecutivas. Vendió más de 350.000.000 de ejemplares.

Algunas personas consideran este libro como propaganda política de la época y niegan su autenticidad. (Fuente: Wikipedia)

03 abril 2009

Tres Tristes Tigres (Gullermo Cabrera Infante)

Cabrera Infante aborda, de manera única y brillante, varios de sus amores, de sus obsesiones, de sus temas: La Habana, el inglés, la literatura, la jerga de la cuidad, las habaneras, el cine, la música y la "nostalgia de la noche".

Ciertas novelas de horror y de intriga llevan la indicación de que no deben leerse de noche. Tres tristes tigres tendría que llevar una banda sobre la cubierta que diga Debe leerse de noche, porque el libro es una celebración de la noche.

Esa noche insular urbana, habanera, es la protagonista de la novela y todas las noches quieren fundirse o se funden en la sola, larga, noche del libro, donde al final comienza a amanecer, lenta y reveladora. Y aunque Tres tristes tigres (el título viene de un trabalenguas infantil cubano) semeja una colección de camafeos (no de retratos) de Dorian Gray, sus personajes no son estos hombres y mujeres. Sus héroes son la melancolía, las letras, la ciudad, la música y, a veces, esa forma actual de arte que parece reunirlas en una sola cosa: el cine. El único villano es la traición, pero no el delito humano, comprendido y perdonado, sino ese fatal crimen de lesa literatura que es la traducción, y el libro termina en realidad con una inscripción doblemente destacada: la palabra tradittori escrita en el sueño. (Fuente: Harper Collins).

22 marzo 2009

Don Quijote de La Mancha (Miguel de Cervantes Saavedra)

Le tenía un miedo como el diablo a la cruz. ¿Quién no le teme al “Don Quijote de La Mancha”? No todos los días se lee un libro que sobrepasa las mil páginas, y menos siendo de una época tan diferente a nuestra turbulenta era del siglo XXI.

La lectura del “Don Quijote de La Mancha” me llegó a destiempo, ya que durante mis años de colegial siempre evadí sumergirme en el fascinante mundo de caballeros andantes, por temor a verme devorado entre tantas y tantas páginas. Pero una vez me decidí a leerlo terminé completamente fascinado con las peripecias de El Caballero de la Triste Figura y de su gordiflón camarada Sancho Panza.

Al principio fue difícil ponerme en contacto con el ambiente de la obra, ya que me tocó leerlo durante mi estadía en la ciudad del sol, Miami. A mi alrededor se fusionaban los avances de infraestructura de aquella bella ciudad, y los bosques y molinos de La Mancha, formando un neoquijote en mi propio ambiente.

Me imaginaba a Dulcinea sentada en un restaurante al aire libre en la ciudad de Miami Beach, y a Don Quijote y su amigo Sancho cabalgando por los pantanos de los Everglades entre animales salvajes y plantas venenosas.

Mientras lo leía recibí el comentario de una amiga que intentó leer la clásica obra y terminó por confinarlo a lo más recóndito de un armario y lo encerró bajo llaves, pues decía que entre los deliquios que le estaba produciendo la lectura, creía ver el grueso ejemplar convertirse en un perro feroz que amenazaba con devorarla. Cada vez que cruzaba cerca del armario decía escuchar los rugidos caninos del perro queriendo atraparla. Imagínense, hubiese sido el primer caso en la Historia en que un libro devora a un ser humano.

Al igual que mi amiga, ésa era mi manera de pensar sobre esta voluminosa obra, antes de internarme entre sus páginas. Las ocurrencias de Don Quijote y de su entrañable amigo y compañero de aventuras Sancho Panza, matizadas con un verdadero sentido del humor, hicieron que esta obra me resultara amena. Sus laberínticas ocurrencias mantienen al lector en un constante vaivén entre la realidad y la fantasía.

Las amenas conversaciones entre amo y escudero que se suceden en todas las aventuras, van desvelando la personalidad de cada uno de ellos, y en su trasfondo encontramos una amistad abigarrada pero entrañable. ¿Y quién no se identifica con esta amistad? Todos alguna vez nos hemos encontrado con un Quijote, con la cabeza atiborrada de ideales, mientras que el mundo lo tilda de loco.

Y son muchos los afectados con este síndrome de locura caballeresca, pues la obra de Cervantes ha influido en tal grado las técnicas y procedimientos de las novelas posteriores que se ha llegado a asegurar que éstas reescriben El Quijote o lo contienen de manera implícita. Algunos de los escritores más influenciados son Mark Twain, Herman Merville, William Faulkner, José Joaquín Fernández de Lizardi, José Echeverría, Rubén Darío, Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez, entre otros.

Entre las grandes obras de la literatura española y de la literatura universal, sin duda alguna se encuentra “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra, en 1605 la primera parte, y en 1615 la segunda.

En mi opinión El Quijote es el Génesis y el Apocalipsis de la narrativa, porque la literatura es eso, un mundo donde las cosas no son lo que realmente aparentan. Y esta es la base de la obra de Cervantes. Si bien es cierto que es un libro dotado de dientes y colmillos, la clave para no ser devorados está en familiarizarnos con él, entonces al final quedará convertido en un humilde cachorrito.

14 marzo 2009

Eva Luna (Isabel Allende)

Una lectura “dolorosa”:

¿Por qué será que los betsellers me dan dolor de cabeza? Siempre me dejo llevar por la impresión que causan cuando lo tengo en las manos, pero luego que termino de leerlos me quedo buscando ese toque especial que los coloca entre los más vendidos.

El último trago amargo que me tocó fue “Eva Luna”, de la chilena Isabel Allende. Esta escritora es una de las más prolíficas de Latinoamérica, y su fama ha trascendido desde que publicó su primera novela, “La Casa de los Espíritus”, a mediados de los años ochenta. Pero no fue su renombre lo que me llevó a leer “Eva Luna”, sino más bien la obra en sí.

Estando un día en una librería de Miami empecé a hojear un ejemplar de esta obra y leí las primeras páginas. Estas primeras líneas fueron suficientes para dar con la misma narradora que meses antes había descubierto en “La Casa de los Espíritus”.

Pero no. “Eva Luna” me resultó un rosario, o sea, una repetición de descripciones. Cuando la novela debió tomar vuelo, se vio envuelta en una densa vegetación de hechos y eventos que no la dejaron despegar.

El personaje principal, Eva Luna, se ve reducido a la misma categoría de otros actuantes secundarios que en ciertos momentos parecen tomar más relevancia que la misma protagonista.

En este país, y en cualquier otro, debería estar penalizada la creación de falsas expectativas en el público, en este caso en el público lector. La portada de esta obra dice que se trata de “un romance agridulce”. Lo primero es que no trata de un romance, sino de la vida de una joven que se ve fuertemente golpeada luego de que su madre muere y la deja prácticamente desamparada. Lo segundo es que lo que se podría llamar romance (aunque no es así) no aparece en la narración sino hasta casi terminada la tercera parte del libro, próximo al final de toda la historia.

En cuanto al tema de la obra, éste cobra poca relevancia en el aspecto literario. No sé lo que la autora ha querido transmitir al momento de escribirla. Una obra literaria no debe nacer simplemente bajo las premisas económicas, porque de lo contrario no estaría cumpliendo con los propósitos edificantes de la literatura.

“Eva Luna” es una novela en la que su autora puso más atención a la forma de las palabras que a lo que éstas expresan, es decir, le da más cabida a la manera de decir las cosas que a lo que está diciendo.

Creo que esta obra no merece el calificativo de “novela” ya que está constituida por una serie de sucesos que parecen mantenerse aislados, y al final la obra toma un giro por senderos que ya hemos visto en libros anteriores de la escritora: guerra y política. Por eso es que digo “más de lo mismo”.

La próxima vez que decida leer un libro no me dejaré llevar por los titulares ni por los comentarios que de éste se hagan; tampoco por las primeras líneas, pues lo que al principio empieza como un delicado sendero de flores delicadas, en menos de cincuenta páginas se puede convertir en la vía dolorosa.

03 febrero 2009

El Código Da Vinci (Dan Brown)

El libro narra los intentos de Robert Langdon, Profesor de Iconografía Religiosa de la Universidad Harvard, para resolver el misterioso asesinato de Jacques Saunière ocurrido en el Museo del Louvre en París. El cuerpo de Saunière fue encontrado en el ala Denon del Louvre en la postura del Hombre de Vitruvio (dibujo realizado por Leonardo da Vinci) con un mensaje críptico escrito a su costado y un pentáculo dibujado en el pecho con su propia sangre. La interpretación que realiza tanto Langdon como la agente francesa Sophie Neveu, nieta de Saunière, los llevan a analizar otras obras como la Mona Lisa.

Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci.El principal conflicto que presenta la novela radica alrededor de dos misterios:

¿Qué secreto intentó proteger Saunière?
¿Quién planeó este asesinato?
El desarrollo de la historia requiere la solución de varios acertijos y anagramas. La solución a cada uno de ellos se encuentra íntimamente ligada a la posible ubicación del Santo Grial y relativo a una misteriosa sociedad secreta llamada el Priorato de Sión, así como a los Caballeros templarios. La historia también envuelve a la organización católica del Opus Dei.

La novela es la segunda de una trilogía en la que Robert Langdon es protagonista, Ángeles y Demonios, tenía lugar en Roma y trataba acerca de los Illuminati. Aunque Ángeles y Demonios se centran en el mismo personaje, no es necesario leerlos en orden para comprender la trama de El Código Da Vinci. El próximo libro podría salir a la venta en 2007 y su posible título es The Solomon Key.

Aparentemente, la relación con Vittoria Vetra (personaje protagonista de Ángeles y Demonios) ha concluido. Esto indicaría el romance con Sophie que se indica al final de la novela también sea dejado de lado en el próximo libro.

El mensaje completo que Saunière escribió en el suelo del Louvre tenía como línea final "P.S. Buscar a Robert Langdon". Por tal motivo Bezu Fache había fotografiado y borrado tales palabras antes de la llegada de Langdon, para que éste no supiera que la policía sospechaba de él. La agente Sophie Neveu vio el mensaje completo en la oficina de policía y se dio cuenta de que el mensaje era para ella desde que su abuelo la llamaba "Princesse Sophie" (P.S.). Por eso también supo que Langdon era inocente. Neveu informa en secreto a Langdon conminándole a que llame al servicio de mensajes telefónicos de Neveu y escuche el mensaje que ella le había dejado. Al final del libro, Robert Langdon y Sophie Neveu se enamoran. Acuerdan encontrarse en Florencia, al igual que hizo con Vittoria en Ángeles y Demonios.

Saunière era Gran Maestre del Priorato de Sión y por lo tanto, conocía la ubicación de la clave, la cual lleva hacia el Santo Grial y los documentos que estremecerían los cimientos del Cristianismo y la Iglesia. Fue asesinado cuando Silas, inducido por El Maestro, intenta acceder a esta información tras haber eliminado a los miembros principales del Priorato (les senechaux). La razón por la cual Sophie se desentendió de su abuelo fue por haberlo descubierto participando en un ritual sexual pagano llamado Hieros Gamos en su castillo de Normandía, cuando ella llegó por sorpresa durante unas vacaciones de la Universidad. Las otras líneas del mensaje de Saunière son anagramas. La primera son los dígitos de la secuencia de Fibonacci, desordenados. La segunda y tercera; ¡Diavole in Dracon! ¡Límala asno! (O, draconian devil!, Oh, lame saint!) son anagramas de "Leonardo da Vinci" y "La Mona Lisa" y llevan a otra serie de pistas. Sobre el plexiglás protector de La Mona Lisa, Saunière escribió el mensaje "no verdad lacra iglesias" (So Dark the con of Man) con un rotulador de tinta invisible utilizado en los museos y que se detecta bajo luz ultravioleta. La segunda pista es otro anagrama para La Virgen de las Rocas, otro cuadro de Da Vinci colgado muy cerca de allí. Detrás de esta pintura, Saunière ocultó una llave y en la llave escribió una dirección.

La llave abre una caja fuerte en la sucursal parisina del Banco de Depósitos de Zurich. El número de cuenta de Saunière en el banco es un número de 10 dígitos que consiste en los 8 primeros números de la Secuencia Fibonacci, pero puestos en orden:1123581321.

Las instrucciones que Saunière reveló a Silas bajo amenaza, es en realidad una mentira bien ensayada, diciendo que la clave está sepultada en la iglesia de Saint-Sulpice bajo el obelisco que está en la antigua Línea Rosa (se supone que el primer meridiano pasaba a través de París antes de ser ubicado en Greenwich, aunque en realidad el verdadero Meridiano de París no pasa por la iglesia de Saint Sulpice). El mensaje debajo del obelisco contiene simplemente una referencia al Libro de Job el cual dice: "Hasta aquí llegarás, pero no más allá". Cuando Silas lo lee se da cuenta de que ha sido engañado.

La clave es en realidad un criptex, un dispositivo cilíndrico diseñado por Leonardo da Vinci para transportar mensajes con seguridad. Para abrirlo, la combinación de componentes rotatorios rotulados con las letras del abecedario deben formar una palabra, en orden correcto. Si se lo intenta abrir a la fuerza, un mecanismo interno rompe un tubo que contiene vinagre disolviendo el mensaje escrito en papiro (pero en realidad el vinagre no disuelve el papiro). La caja de palisandro (o palo de rosa) en el cual está el criptex, contiene las pistas de la combiación del criptex, escritas al revés, como lo hacía Leonardo en sus diarios. Mientras vuelan hacia Inglaterra a bordo del jet de Sir Leigh Teabing, miembro de la Real Academia Inglesa de Historia, erudito en el tema del Grial, Langdon resuelve el primer enigma que resulta ser "S-O-F-I-A", la antigua (y moderna) forma griega del nombre Sophie, que también significa sabiduría.

El criptex contiene un segundo criptex más pequeño con un segundo acertijo para resolver su combinación. El acertijo, que menciona a un orbe que debiera estar en la tumba de un "caballero enterrado por un papa", no se refiere a un caballero medieval, sino a la tumba de Sir Isaac Newton, sepultado en la Abadía de Westminster, cuyo funeral fue oficiado por Alexander Pope (A. Pope; a pope; un papa en inglés). El orbe se refiere a la manzana observada por Newton que lo llevó a formular la Ley Universal de gravitación y por esto la combinación del segundo criptex es "A-P-P-L-E" (POMUM).

La tumba de Isaac Newton en la abadía de WestminsterEl Maestro es Sir Leigh Teabing, quien descubrió las identidades de los líderes del Priorato de Sión ocultando micrófonos en sus oficinas. Teabing había contactado al obispo Aringarosa, perteneciente al Opus Dei y protector de Silas, utilizando un falso acento francés, para ocultar su identidad y lo engañó para que financie la búsqueda del Grial. Teabing nunca tuvo la intención de entregar el Grial a Aringarosa, simplemente se aprovechó del deseo del líder del Opus Dei por encontrar al Grial. Teabing supuso que el Priorato había roto la promesa de revelarle al mundo la verdad acerca del Grial en el momento acordado; por eso ideó el plan de robar los documentos del Grial y revelarlos por sí mismo al mundo. Él informó a Silas de que Langdon y Sophie estaban en su chateau. No les quitó el criptex porque quería utilizarlos para decodificar el criptex. Luego la policía irrumpe en la casa, tras seguir el rastro del dispositivo GPS en un furgón que Langdon robó para huir del banco suizo. Teabing conduce a Neveu y Langdon a la iglesia del Temple en Londres, sabiendo perfectamente que era un callejón sin salida, para fingir un secuestro con Rémy Legaludec, su mayordomo.

Para borrar cualquier pista de su trabajo, Teabing mata a Rémy, invitándole coñac mezclado con polvo de cacahuete, sabiendo que Rémy tiene una alergia mortal al mismo. Por tanto, Rémy muere por choque anafiláctico. Teabing también avisa a la policía, anónimamente, de que Silas se oculta en la sede del Opus Dei en Londres, a donde le ha recomendado que vaya.

En un enfrentamiento con Teabing en la Abadía de Westminster, Langdon abre en secreto el criptex y oculta su contenido antes de destruirlo frente a Teabing. Teabing es arrestado y detenido por la policía mientras le ruega infructuosamente a Langdon que le diga cual era el contenido del segundo criptex y la ubicación secreta del Grial.

El inspector Fache deduce que Langdon y Neveu son inocentes después de descubrir un equipo de espionaje en el granero de Teabing. Silas hiere por accidente a Aringarosa en el exterior de la sede londinense del Opus Dei mientras escapa de la policía y posteriormente se suicida. Al caer en la cuenta de su terrible error y de que ha sido engañado por El Maestro, Aringarosa le dice a Bezu Fache que reparta los bonos al portador que lleva en el portafolios a las familias de los líderes asesinados del Priorato de Sión. Tales bonos le habían sido entregados por el Secretario del Vaticano en pago por el préstamo realizado por el Opus Dei al Papa para salvar de la bancarrota a la Banca Vaticana, en compensación por la decisión del papado expulsar de la Iglesia Católica al Opus Dei.

El mensaje final del segundo criptex que rezaba "Bajo la antigua Roslin, el Grial con impaciencia espera tu llegada. Custodios y guardianes de sus puertas serán por siempre el cáliz y la espada. Adornada por artes de maestros, ella reposa al fin en su morada y el manto que la cubre en su descanso, no es otro que la bóveda estrellada.", no se refiere a la Capilla Rosslyn, en Edimburgo, aunque el Grial estuvo enterrado allí una vez, debajo de la estrella de David en el piso (los dos triángulos combinados son la "espada" y el "cáliz", símbolos de masculinidad y femineidad).

Sophie en ese momento, recuerda que ya había estado allí de pequeña, cuando vio a su abuelo despedirse de una mujer de su misma edad. Entonces, Sophie va corriendo hacia la rectoría enfrente de la capilla y se encuentra con aquella misma mujer, llorando sobre una foto de Saunière.

Esa mujer era, Marie Chauvel, la abuela de Sophie y esposa de Jacques Saunière. Ella es la mujer que participó en el ritual sexual pagano (Hieros Gamos) junto a Jacques Saunière. Sophie, al encontrarse finalmente con su abuela, conoce que ni el hermano de Sophie ni ella murieron (como creía que sucedió en el mismo accidente en que murieron sus padres), sino que todo fue un intento de proteger a los nietos de Jacques Saunière y de Marie Chauvel. Chauvel también les dice a Langdon y a Sophie que, aunque los cuatro líderes del Priorato de Sión fueron asesinados, el secreto no se perdió, porque desde siempre, ha habido un plan de contingencia (nunca revelado) que mantiene a la organización y a su secreto, vivos. El verdadero significado del último mensaje es que el Grial está sepultado debajo de la pirámide pequeña (la espada, símbolo masculino) directamente debajo de la pirámide invertida del Louvre (el cáliz, símbolo femenino, contra el cual, irónicamente, Langdon y Sophie estuvieron a punto de chocar cuando huían de Fache).

Al final del libro, Langdon reflexiona sobre el acertijo y de repente, recuerda los marcadores dorados en las calles de París que marcan el lugar del antiguo meridiano. Langdon sigue aquellos marcadores, hasta que finalmente encuentra el techo de cristal de la Pyramide Inversé (Pirámide Invertida) y encuentra debajo de ella, una pirámide de mármol más pequeña. Langdon mira hacia el cielo nocturno recordando aquellos últimos fragmentos del poema "...el manto que la cubre en su descanso, no es otro que la bóveda estrellada.". Langdon, en aquel instante, se da cuenta de donde estaba el Santo Grial y como motivado por un profundo sentimiento de respeto, se arrodilla ante las dos pirámides, pues finalmente ha encontrado, el lugar donde finalmente descansaban tranquilos, los restos de María Magdalena, la encarnación de la divinidad femenina excluida por la Iglesia cristiana desde el Emperador Constantino.

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